¿Estamos gestionando los riesgos asociados a nuestra cadena de suministro?
El Covid-19 nos encontró en un mundo globalizado con alta dependencia de los centros de producción ubicados principalmente en China, impactando severamente la cadena de suministro global. ¿Estaban preparadas las empresas para soportar una disrupción de esta magnitud en la cadena de suministro? Lamentablemente, no.
La pandemia ha tenido un efecto combinado entre la oferta y la demanda. Por el lado de la oferta, el cierre de las plantas en China impactó en el abastecimiento de materias primas y componentes requeridos por diversas industrias localizadas al otro lado del mundo. Por el lado de la demanda, la adopción de la cuarentena para evitar el contagio, primero en China y luego en el resto del mundo, redujo drásticamente la demanda.
Durante los últimos tres meses, después de haber sido declarada la pandemia, hemos podido observar situaciones de quiebre de stocks a nivel mundial, principalmente en los sectores ligados a la tecnología, vehículos, moda y productos químicos, por citar algunos. También, hemos sufrido la escasez de productos de higiene y cuidado personal, mascarillas y algunos alimentos, debido a los cambios en los patrones de consumo y a los requerimientos propios para atender la pandemia.
El impacto del Covid-19 en la cadena de suministro global nos ha hecho sentir el nivel de exposición y vulnerabilidad que tenemos frente a un evento catastrófico. Seguramente hoy nos encontramos en una posición mucho más abierta para revisar nuestros procesos y estrategias de compra, nuestras políticas de inventario y pensar seriamente en incorporar el análisis de riesgos en las decisiones ligadas a nuestros procesos y estrategias de cadena de suministro.
Decisiones como, por ejemplo, ¿debemos tener un único proveedor? ¿Debemos concentrar nuestras fuentes de suministro en una sola zona geográfica? ¿Debemos tener un bajo nivel de inventarios?, deben tomarse desde la perspectiva del análisis de riesgos, no solo desde la perspectiva del costo más bajo.
Hace unos años atrás lideré el proceso de desarrollo del plan de continuidad de negocio en una empresa del sector hidrocarburos. Construir un plan de continuidad de negocio, permite a una organización ser resiliente y estar preparada cuando se presente un evento catastrófico que impacte en la continuidad de la operación.
Una de las estrategias de continuidad se concentró en la gestión de proveedores. Luego de realizar un análisis de riesgo/impacto, identificando aquellos proveedores críticos, se elaboraron planes de respuesta como, por ejemplo, incrementar la cartera de proveedores, desarrollar y fortalecer a los proveedores existentes y establecer cláusulas de continuidad de negocio en los contratos con los proveedores críticos.
¿Por qué es importante gestionar a nuestros proveedores desde la perspectiva del análisis de riesgos? Sin duda, nuestros proveedores terminan siendo una extensión de nuestra cadena de suministro. En tiempos de paz, si ellos no tienen la capacidad y recursos necesarios para acompañarnos en atender las necesidades de nuestros clientes o para afrontar los cambios en la demanda, no podremos hacerlo solos. En tiempos de guerra, si no contamos con fuentes de suministro alternas o nuestros proveedores no cuentan con planes de recuperación que les permita reactivarse rápidamente, tendremos un alto impacto en nuestra operación.
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